martes, 28 de febrero de 2012

ESTO NO ES UNA TELENOVELA REAL, QUE NADIE SE CONFUNDA. ES UNA HISTORIA IMAGINARIA CREADA POR MI. LAS PERSONAS MENCIONADAS INSPIRAN LA HISTORIA, NO PARTICIPAN EN ELLA. CON ESTA NOVELA. DEDICADA CON TODO MI CARIÑO AL ACTOR JULI FABREGAS.


Conozco al actor Juli Fàbregas desde el año 1995, ese morenazo, esos ojos azules me enamoraron. Ahora tiene 40 años, es un actor maduro pero me sigue gustando tanto como el primer día.



Si no conoces al actor o simplemente quieres saber más de él, te invito a la página que creé para él.

http://www.network54.com/Forum/269486/



También puedes leer los artículos que de él he escrito en mi blog:

http://foronovelasnueva.blogspot.com/search/label/Juli%20Fabregas




En el foro de la web puedes encontrar videos de sus últimos trabajos.

http://www.network54.com/Forum/269493/thread/1329909952/last-1329927506/En+Juli+per+partida+doble



http://www.network54.com/Forum/269493/thread/1329909752/last-1329928091/el+m%E9s+nou+de+Juli

miércoles, 22 de febrero de 2012

Capitulo 27 (y último)




4 meses después... en Francia.

Elisa está en la sala de espera de un hospital. Llega Carlos con Luis. Elisa se enoja con su marido.
--¿¿porqué lo trajiste a él?
--porque es su hija la que va a nacer.
Y aunque Elisa trata de impedirlo Luis entra en quirófano. Emilia se sorprende pero tampoco puede decir nada porque está ocupada pariendo. Y Luis está a su lado. Y ambos lloran mientras una linda pequeña llora en brazos de su mamá. Mientras acaricia a la madre Luis besa a la pequeña:
--gracias, gracias por esta niña tan hermosa que me has dado ¡¡es mi hija¡¡¡ ¡¡mi hija¡¡
Las lágrimas de Luis la conmueven y lo que lamenta es que ese hombre que ella tanto ama no la ame de la misma manera. Emilia es llevada a la habitación y Luis entra con ella y toma en brazos a su hija:
--¡¡mi hija. Es mi hija¡¡
Luis llora conmocionado. No puede creer que tanta felicidad sea cierta.
--¿ya no tienes dudas? --Emilia.
Luis deja en la cuna a su hija:
--Carlos me engañó. Un amigo suyo me lo confesó.
--yo también te lo dije.
Luis se sienta en la cama y besa las manos de la mujer:
--lo sé, perdóname.
--ya olvídalo.
--tenemos una hija muy hermosa. ¿Como la vas a llamar?
--Adriana.
Y Luis recuerda el día en que Emilia los sorprendió a los dos en plena faena:
--¿crees que es oportuno?
--es mi hermana, bueno era y quiero que mi hija se llame como ella. ¡No le tenemos que decir que se acostó con su padre y su abuelo y no sé si con su tío también¡
--claro, no te enfades –dice él dulcemente.
Emilia está feliz de tener a Luis a su lado, de que sea un padre tan cariñoso. Recuerda a ese chico tan guapo que le era tan lejano y ahora, aunque gordito, al fin lo tiene a su lado.
--¿te casarás conmigo ahora? –Luis.
--no
--¿por qué? ¿no me amas?
--porque no estoy segura que tú me ames o estés conmigo por tu hija.
--y entonces ¿no me vas a dar una oportunidad?
--todas las que necesite, no necesito una boda para amarte.
Y Luis sonríe y ella lo besa y él responde y se funden en un cálido beso de amor.

50 años después… está naciendo un bebé. Toda la familia  se reúne para ver a la recién nacida. Los padres, los abuelos, los tíos y los bisabuelos: Luis y Emilia. Son una pareja de muy ancianos gorditos y siguen felices y enamorados como la primera vez que hicieron el amor. En la intimidad de su casa Emilia pone una foto de ese bebé junto a las otras de su familia, con sus 3 hijos y 8 nietos. Ahora su primer biznieto, una niña. Luis está frente a la chimenea y ella lo mira de una manera especial.
--¿qué te pasa? --le pregunta él.
--que soy muy feliz.
--No menos que yo. Nunca imaginé que llegara a amarte tanto.
Emilia se sienta a su lado. Parecen una pareja de recién casados. Él sonríe, la acaricia:
--¿qué? Parece que me quieres decir algo.
--te quieres casar conmigo? --le suelta ella.
--¿¿cómo?
Ella sonríe:
--bueno, si no quieres no.
--es que te lo he pedido tantas veces en estos años.
Emilia se levanta:
--pues si es un no –dice coqueta.
Luis la abraza por la espalda:
--¿por fin te convenciste de mi amor?
Se sonríe, se besan. Están enamorados como dos adolescentes a pesar de todos sus años, de sus arrugas:
--bueno yo no necesito un papel del estado para amarte.
--ni yo pero soñaba con ser tu esposo ante Dios y la ley quiero morir sabiendo que eres mi esposa.
--no hables de muerte. Lo poco que nos pueda quedar tiene que ser solo de felicidad. Aún nos pueden quedar algún año para vivir nuestra luna de miel.
+++++
Y toda la familia se reúne para el feliz aconteciendo. Con alegría, con incredulidad. Emilia llega al altar del brazo de su hijo Luis, su único hijo varón. La precede la hija de éste, Emilia. En el altar con el novio están las dos hijas del matrimonio, Adriana y Cecilia. Y con estos los nietos (a cual más guapo) y sus novias. Y una pequeña bebita, Elisa, la biznieta de los novios que duerme en brazos de su mamá ante la mirada de ternura de Luisito, su guapo papá.
--Luis ¿quieres a Emilia como tu legítima esposa para amarla, cuidarla y respectar todos los días de tu vida?
Luis mira a Emilia divertido:
--no sé. Tengo que pensarlo. Es demasiado pronto.
Emilia mira emocionada a su amado, a la linda familia que han formado. Todos sonríen. La felicidad es absoluta. Una felicidad que Emilia sólo soñó alcanzar.
--si, quiero --dice Luis guiñando el ojo a su anciana amada.
Luego es el turno de Emilia. Llora al decir que sí mientras piensa en esa chica de instituto gordita que se enamoró del guapo de la clase, era un amor que parecía condenado. Luis y Emilia unen sus manos tras el intercambio de anillos y ya como marido y mujer se besan con la misma fuerzas de años atrás. Y sus hijos, sus nietos los felicitan. Los novios besan a las más pequeñas y luego salen del templo donde les esperan los suyos que los bañan en arroz y los novios lo reciben felices:
--te amo --le dice él mientras la acaricia y la besa.
--lo sé y me parece un milagro.
Él la mira seductor:
--no, el milagro es que tú me hayas aguantado todos estos años.
Y se sonríen y se besan dominados por la felicidad de sus almas y la de sus seres queridos.
FIN.


Estos son los descendientes de Luís y Emilia.


**Adriana Nogueras Villar: hija mayor de Luis y Emilia. Estos son sus hijos;



Emilio Ayala Nogueras: el hijo mayor de Adriana y primer nieto de Emilia y Luis.


Rafael Ayala Nogueras: el segundo hijo de Adriana


Gonzalo García Nogueras: hijo de Adriana, de su segundo matrimonio.


Chris Di Bella Nogueras: hijo de Adriana y su de tercer exmarido.


Francisco Javier Méndez Nogueras: hijo menor de Adriana y su de cuarto y último exmarido

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**
Cecilia Nogueras Villar: segunda hija de Luis y Emilia. No se ha casado pero tiene dos hijos de dos padres diferentes.

Luis Nogueras Villar: el mayor y padre de Elisa, la biznieta de Emilia y Luis.


Mike Nogueras Villar: el pequeño.


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**
Luis Nogueras Villar: el pequeño y único varón de Luis y Emilia. Es papá de una niña, Emilia.

Capitulo 26



Luis mira emocionado a Emilia y en su cabeza retumban las palabras de Carlos: Yo la violé, puedo ser el padre de su hijo. A pesar de sus dudas no permite que Emilia se dé cuenta:
--yo no te hice daño. ¿no me crees?
--eso ya no importa.
--cásate conmigo.
Emilia lo mira sorprendida:
--no.
--quiero estar con el niño.
--y lo estarás si quieres pero yo no te obligaré a estar a mi lado.
--es que tú no me obligas yo quiero intentarlo a pesar de...
Luis se calla.
--di, ¿a pesar de qué? --le pide ella.
Luis se lleva a Emilia a un apartado para que nadie los oiga:
--sé lo que te hizo mi hermano pero acepto a tu hijo sea de quien sea.
--¿de qué hablas? ¿¿cómo te atreves a dudar de mí si tú has sido el único hombre en mi vida?
Luis la mira muy triste y le dice:
--no dudo de ti. Carlos me confesó que te violó.
Emilia está horrorizada:
--¡¡es mentira¡ ¡¡trató de violarme pero no lo logró¡¡
--Emilia no hace falta que me mientas. Da igual de quien de los dos sea tu hijo. Será mío para todo el mundo.
Emilia está desesperada:
--es tuyo. No me hizo nada. ¡¡te lo juro¡
Y a Luis le parece demasiado bonito para ser verdad y no puede creer en ella:
--seguro, no hace falta que me mientas. Yo quiero estar a tu lado. Ahora somos libres. Nadie nos separa.
Emilia se siente tan enamorada que no puede rechazar a ese hombre:
--Carlos no logró nada. Me fui porque pensé que tú no me querías volver a ver. Si fuera así, si tu hermano me hubiera violado, no podría volver contigo.
Luis la besa y ella se olvida de todo.

Y en la intimidad de aquella casa hacen el amor. Luis y Emilia están desnudos y felices después de haber hecho el amor:
--me crees ahora?
--siempre creeré en ti. --dice él tragándose su dolor-- ¿te casarás conmigo?
--no.
Luis la mira con mucho cariño:
--porque si tú me amas?
--porque no estoy segura que tú me ames o estés conmigo por el niño. Yo quiero estar a tu lado. Soy feliz así. No te pido nada más. démonos un tiempo.
Y Luis sonríe y la vuelve a besar.

























Al día siguiente, Luis y Emilia han pasado la noche juntos. Y él está feliz pero no del todo. La sombra de su hermano lo está matando. Carlos va a despedirse de su hijo antes de irse de luna de miel. Hablan en un pequeño jardín que tiene la casa en la parte delantera. El hombre sabe que su hijo está con Emilia y se extraña de no verlo feliz. Y sin darse cuenta que Emilia está cerca escuchando le cuenta a su horrorizado padre que Carlos violó a Emilia y que la duda de la paternidad lo está matando.
--yo voy a cumplir con ella y espero hacerla feliz pero siempre que mire a su hijo pensaré que es hijo de una bestia que fue mi hermano pero me tengo que casar con ella.
--si no estás seguro que sea hijo tuyo, no estés atado a ella.
--todo esto que le pasó es mi culpa. Carlos la violó para lastimarme a mí.
Emilia se enfurece y se enfrenta a los dos:
--¡¡no los quiero ver a ninguno de los dos¡¡
Carlos deja sola a la pareja. Luis trata que Emilia se calme:
--¡¡si tu no crees que sea tu hijo pues yo no tengo nada qué hacer¡¡
--es que me da igual quien sea el padre --suplica desesperado.
--¡¡pues a mi no me da igual¡¡ ¡¡aquí acaba todo. Pudo ser muy hermoso pero tú acabaste con todo¡¡
Emilia huye y Luis detrás de ella pero la pierde entre las calles. Luis está seguro que en la tarde podrá hablar con Emilia y que todo se aclarará pero la mujer desaparece de nuevo.

Luis visita la tumba de su hermano:
--debes estar feliz, debes estar riéndote de mi desgracia. Emilia puede que esté esperando un hijo mío pero gracias a la duda que me sembraste al violar a Emilia pues acabaste con mi vida.
Y Juan que llegaba en ese momento con una flor lo ha escuchado todo:
--¿Carlos te dijo que violó a Emilia?
--sí. Él me lo confesó.
--No es verdad. No pudo.
Luis mira al amigo de su hermano y también cuñado con el rostro desencajado:
--¿¿qué?
--Estaba furioso, se enojó conmigo porque no lo apoyé. Quería hacerles más trastadas pero Emilia ya se había ido. Si esa mujer está embarazada no puede ser de Carlos ¡¡de Carlos no¡¡
Y Luis se lleva las manos a la cabeza. Está feliz al saber que la hija que espera Emilia es suya pero le aterra la idea de haberla perdido para siempre. Se molesta con Juan:
--¿¿y porqué no me dijiste antes?¡
--¿¿¡y yo como iba a saber que Carlos te dijo esto?¡ Pilar no me contó nada.
-- Es que no quería hacerle esto a Emilia. Era muy penoso como para que se supiera.
--todo esto es mi culpa, es que yo una vez vi tan mal a tu hermano que le pagué una puta sin que él lo supiera, se puso tan mal al saberlo que no me atreví a decirle que fui yo y le dije que fue cosa tuya. Juró vengarse.
--eso no importa ya, ahora me has devuelto la vida.
Luis abraza a Juan y se va corriendo.

El gordito está muy ansioso y se presenta en el hotel en el que Elisa y Carlos están de noche de bodas. Elisa no sólo está molesta por la interrupción sino que se niega, por más que Luis ruega, a decir dónde está su hija.
--Ella no quiere saber de ti. ¡¡ya déjala en paz¡¡ ¡¡no sé que le has hecho está vez pero la has perdido para siempre.
Luis se hunde. Elisa se va. Luis desesperado pide ayuda a su padre:
--¡¡papá me tienes que ayudar. ¡¡Metí la pata. Carlos me mintió, no la violó, la hija de Emilia es mía¡¡
--¿estás seguro?
Luis está feliz y ansioso:
--¡¡sí, sí¡ ¡¡me tienes que decir dónde está¡¡
--no lo sé pero lo averiguaré y te lo diré.
--mi hija, si es mi hija. Voy a ser papa --dice con ilusión.

Capitulo 25


Luis está solo en una habitación de hotel acariciando los recuerdos de su noche de amor con Emilia. Le gustaría pensar que fruto de esa noche nacerá su hijo y no fruto de la cochinada que supuestamente le hizo su hermano. Luis tiene algo claro:
--¡te encontraré¡ ¡¡estés donde estés te encontraré¡

3 meses después...
--todos los detectives que he contratado y todos me dicen los mismo. ¡¡no hay rastro de Emilia¡¡ ¡¡papá, tú me tienes que ayudar¡¡ ¡¡no es posible que Elisa no sepa nada de su hija¡
--yo estoy seguro que no se han visto pero están en contacto pero no me lo va a decir.
Y lloroso Luis dice:
--¿y entonces me tengo que resignar a perderla? Yo estoy a punto de ser un hombre libre y le puedo ofrecer un hogar a ella y a su hijo.
--dirás tu hijo.
--si claro --dice Luis con amargura.
--seguro que la amas ¿no es por el niño?
--no lo sé pero quiero mi oportunidad, me lo merezco. Yo fui el primer hombre en su vida y fue muy especial. Quiero vivirlo almenos quiero intentarlo.
Carlos acaricia a su hijo muy paternalmente:
--sé como te ayudaré.
--como?
--me caso con Elisa.
Luis sonríe. Padre e hijo se miran con complicidad.

Días antes de la boda, Carlos y Elisa han ido de compras. Están ultimando todos los detalles. Alguien los sigue desde un coche: son Encarnación y su hijo Carlos. Los dos se miran. Se sonríen. Y cuando la pareja de enamorados cruza el coche se lanza a por ellos va a arrollar a ambos pero Carlos padre empuja a Elisa salvándola pero él queda malherido. El coche de Asunción se estrella y ella se vuelve loca al descubrir que su hijo Carlos está muerto.

Elisa apoya a Luis en el entierro de su hermano que pese a todo lo que le hizo sufre por su muerte.
--que Dios te perdone hermano porque yo no puedo.
Elisa y Pilar, cada una de un lado, lo abrazan. Pilar en silencio recuerda aquella vez en que su hermano la acusó de ser prostituta ante su padre y como su hermano se burló de ella entonces:
--yo si te perdono, hermano. --susurra.
Luis cae de rodillas ante la tumba y llora:
--¡¡mi padre en un hospital luchando por su vida, mi madre en un manicomio ¿¿qué paso con mi vida??
Elisa trata de animarlo:
--No todo es malo. Tu padre se salvará y nos casaremos.
Luis mira a Elisa con ojos llorosos:
--¿Y Emilia?¿qué ha sido de ella? Ella ha sido lo único hermoso que me ha pasado en la vida. Sólo ella puede salvarme. Ya soy un hombre libre, no tiene caso estar alejados.
Elisa lo mira con pena:
--ella sabe porque hace las cosas. No quiere saber de ti.
A Luis eso le duele y mucho:
--¿y el niño?
--Ella dice que es solo suyo. No quiere hablar del tema.
Luis mira la tumba de su hermano recordando cuando éste le confesó que violó a Emilia. LLora deshecho. Pilar acaricia a su hermano y habla a Elisa:
--por favor, no se meta entre una pareja. Diga dónde está su hija. ¿Es que no le da pena mi hermano?
Elisa acaricia a su hijo:
--si lo supiera te lo diría pero es que no lo sé.
--Yo no creo eso --dice él con un hilo de voz.
--es verdad. Me llama ella pero no me dice dónde está, sólo sé que bien pero tranquilo. Vendrá a la boda. Entonces podrán hablar.
Y el corazón de Luis palpita fuertemente al pensar que verá a Emilia. Elisa deja solos a los dos hermanos. Luis mira la tumba de su hermano con dolor:
--¿¿porqué me hiciste esto? yo creí que eras mi amigo a parte de mi hermano y destruiste mi vida.
Pilar tiene muy abrazado a su hermano:
--ya olvida. Podrás ser feliz a Emilia.
Y Luis tiene una gran pena:
--¿y de verás podré olvidar que su hijo no es mío sino fruto de la violación a la que la sometió mi hermano?
Pilar mira a su esposo que está a lo lejos.
--porque no hablamos con él?, seguro que Juan…
Luis no duda de su hermano.
--No quiero que se lo digas, es demasiado doloroso y vergonzoso.
--ella no tiene la culpa de nada. Además no olvides que hay las mismas posibilidades que sea hijo tuyo.
--lo sé y Emilia jamás sabrá de mi amargura porque Carlos manchó lo que podía haber sido algo muy bello.
Luis llora derrotado por el dolor y Pilar lo acaricia y lo besa.

Y un mes después, a pesar que va con muletas, se celebra la boda de Carlos y Elisa. Precedida del hijo de Pilar y del brazo de Luis la mujer entra en el ayuntamiento. Luis no hace más que mirar atrás esperando el momento de la llegada de Emilia. Ésta aparece justo cuando ya los novios están juntos. Se acerca con una barriga que se hace notar, mira enamorada a Luis aunque con disimulo y se pone al lado de Luis y éste se da cuenta de lo mucho que le importa esa mujer. No puede esperar más y se pega a ella, Emilia tiembla pero no quiere que él lo note. Luis habla en un susurro:
--tú y yo tenemos que hablar --dice él.
--Ahora no es el momento.
Y los dos se quedan juntos viendo como sus padres se convierten en marido y mujer. Se miran, Luis le guiña el ojo y ella suspira. Carlos y Elisa salen del edificio convertidos en esposos. Mientras los pocos invitados de la ceremonia les tira arroz Luis toma de la mano a Emilia y dice:
--Carlos me hizo creer que no fuiste a nuestra cita, recién me enteré que años atrás se burló de ti y dijo que era en mi nombre. Yo te juro que yo no sabía nada.
Luis pone la mano en el vientre de Emilia:
--quiero ser un padre para el niño.
--Es niña.
Los dos se miran emocionados.

Capitulo 24







Juan y Carlos están juntos en una cafetería.
--me tienes que ayudar. Si yo no me puedo acostar con Emilia tienes que hacerlo tú.
--¿¿Olvidas que soy un hombre casado y con tu hermana?? --Juan.
--¡¡a mí nada de eso me importa¡¡ ¡¡A mi no me da la gana que mi hermano sea feliz con Emilia¡¡
--tu hermano no tiene la culpa de ser mejor que tú ya déjalo en paz.
Carlos agarra por el cuello a Juan:
--¿¿qué? ¡¡cómo te atreves a decir eso¡¡?
Juan se aparta de él:
--Si todo esto viene por lo de la puta esa, fui yo quien la pagué. Luis nunca te ha hecho nada ¡Ya déjalo en paz¡
Carlos no sabe ya ni de dónde viene su odio. Está solo y amargado y quiere pagarlo contra todos. Le da igual el motivo, no quiere que Emilia sea de Luis.
--¡Me tienes que ayudar, ahora más que nunca¡
--¡¡has llegado muy lejos. Intentar violar a esa mujer es algo imperdonable y yo no voy a ser tu cómplice¡¡
--¡¡ya eres mi cómplice¡¡
--¡¡no, una cosa es escucharte pero otra muy distinta es violar a alguien. No cuentes conmigo para nada¡
Juan se aleja de Carlos que grita como loco:
--¡¡no van a estar juntos¡¡¡ ¡¡no lo voy a permitir¡¡

Cuando Carlos llega a su casa se encuentra a Luis enfrentándose a su madre.
--¿¿qué ocurre aquí?
Como loca Encarnación dice:
--¡¡La gordita maldita se dejó preñar de tu hermano y lo ha puesto en nuestra contra¡¡
Luis se lanza sobre su hermano y lo golpea mientras le grita que ya sabe todo lo que hizo contra Emilia. La pelea es dura y Encarnación llora mientras trata de separar a sus hijos. Los dos hermanos quedan en el piso muy cansados después de una pelea sin perdedor ni vencedor. Luis mira a su hermano llorando:
--¿porqué me has hecho esto?¿qué te había hecho Emilia para que te burlaras de ella?¿y yo?
--¡¡¿¿porqué todas te preferían a ti y la tenías que pagar¡¡
--claro, ahora sé que me mentiste. ¡¡¿¿qué le dijiste a Emilia para que se alejara de mi??¡¡ ¡¡Ella sí fue a la cita¡¡
Carlos sonríe con cara de degenerado y dice:
--sí, claro que fue ¡¡y se me regaló como lo hizo contigo¡¡
--¡¡mientes¡¡ --dice dándole un puñetazo.
Carlos se toca la barbilla y le grita:
--¡¡tienes razón, no se me regaló¡¡ ¿¡quieres saber porque se fue?¡¡ ¡¡¿porque yo la hice mía a la fuerza¡¡ ¡¡ese hijo que espera puede ser tanto mío como tuyo¡¡ ¡¡yo violé a Emilia y estoy seguro que el padre de su hijo soy yo¡¡
Y esta confesión destruye todas las ilusiones de Luis.


Luis ha enloquecido de rabia tras la confesión de su hermano:
--¡¡mentira¡¡ ¡¡ni siquiera tú eres capaz de tanto¡¡
Carlos se le ríe:
--¿de verdad? ¿y porqué no le preguntas a ella porqué te dejó?¿qué otra explicación le das? ¡¡yo violé a tu querida Emilia y fue el polvo de mi vida ¡¡lo gocé mucho y lo volvería hacer¡¡
Y Luis se lanza como loco dispuesto a matar a su hermano pero Encarnación se pone frente a Carlos:
--¡¡sí le haces daño a Carlos primero me lo tendrás que hacer a mí¡¡
Luis está desesperado:
--¡tu hijo es una bestia. No puede ser que lo defiendas¡¡
--¡¡esa ramera es una mujer de la calle. Tu hermano hizo muy bien en hacer lo que se le pegue la gana con ella¡¡ ¡¡y a mí me da igual de quien sea el bastardo de ese. No lo quiero en mi vida¡¡ ¡¡ojala lo pierda¡¡ ¡¡ojala se mueran los dos¡¡
Luis mira a su madre decepcionado y se retira sin decir nada. Carlos lo llama. Luis se para. En el fondo desea que le diga que todo es falso, que no violó a Emilia pero Carlos sigue con su mentira y muy hiriente dice:
--tranquilo. Esa perdida no me interesa ya me divertí con ella. Puedes darle el apellido a mi hijo pero cuando lo mires siempre recordarás que el padre soy yo.

Llorando sangre y en silencio Luis se va. Aunque le duele sentirse descubierto, haber perdido a su hermano, Carlos se siente feliz porqué está seguro que con su mentira ha separado para siempre a Emilia de Luis. De repente Encarnación bofetea a su hijo mayor. Carlos se toca la mejilla que ha sido golpeada por su madre sorprendido:
--¿porqué me pegas?
--¿¿¡¡cómo te has atrevido a acostarte con esa ramera?¡¡ ¿¿y si te pega algo?
Carlos se ríe:
--es mentira ¿¿cómo crees que yo iba a tener algo con esa mujer tan vulgar? pero así Luis se alejará de ella y su bastardo.
Encarnación ríe como loca:
--Luis entenderá que lo hiciste por su bien y volverá y se casará de nuevo y me dará un nieto.
Madre e hijo tienen la misma mirada enfermiza.

Pilar al rato abre la puerta de su casa y se sorprende al ver a Luis deshecho.
--¿qué pasó?
Luis abraza a Pilar:
--Carlos violó a Emilia.
--¿¿cómo?
--Que tal vez yo no sea --solloza-- el padre de ese bebé. Que tal vez sea hijo de Carlos.
Pilar se lleva las manos a la cabeza:
--¡¡Carlos es un maldito. Vamos a denunciarlo. Tiene que ir a la cárcel¡¡
--eso es algo que sólo le corresponde a Emilia. Que esto quede entre tú y yo. No se lo digas ni a Juan. Estoy seguro que Emilia no va a volver por miedo, por vergüenza. Si Emilia quiere que su madre lo sepa ya lo dirá ella. A ojos de todos yo soy el padre de ese bebé.
--¿y si no es tu hijo?
Luis habla atormentado y con mucho dolor. Aunque dice que está dispuesto a aceptar a ese bebé como suyo la verdad es que le duele la posibilidad que no lo sea. Con ojos ensangrentandos dice:
--no me va a importar. Ahora lo que quiero es que Emilia aparezca y poder ser feliz con ella.
Luis descarga todo su dolor en su hermano. El pequeño hijo de Pilar entra en escena:
--¿pasa algo tío?
Luis se traga sus lágrimas. Acaricia la cabeza de su sobrino:
--nada campeón.
Y ver al hijo de su hermana angustia a Luis porque no puede quitarse de la cabeza que el hijo de Emilia no sea suyo sino de su hermano.