miércoles, 22 de febrero de 2012

Capitulo 10



Esa mañana, Carlos llega al trabajo molesto. Se encuentra con Emilia que lo mira nerviosa. No le gusta la manera en la que ella lo mira. Sabe que piensa en Luis, que lo mira así porque es igual a Luis y eso no se lo perdona.
Emilia no ha vuelto a ver a Luis y se le hace extraño ver a Carlos, es igual a Luis. Lo ve y no deja de recordar a Luis desnudo. Siente cosas por Carlos que le remueven por dentro. El otro día Carlos comentó que en el trabajo les vendría bien un radiocassette y ella trae el suyo.
--Muy bien --le dice él.
Y Emilia lo he sentido muy rico. Siente algo extraño al estar con él. Y Carlos decide centrar todo su odio en la gordita. Se la queda mirando mientras piensa:
--Yo mismo me acostaré con la gorda grasienta esta.
Emilia se pone nerviosa por las intensas miradas de Carlos.
--¿tengo algo en la cara? –ella nerviosa.
--¡vas a disfrutar de un buen macho, ballena¡¡pero después vas a llorar¡¡ --dice Carlos para sí.
Carlos le pide perdón. Le sonríe.
--. No me porté muy bien el día que nos vimos en tu casa. No pasó nada con tu hermana, yo no soy una bestia como mi hermano. Por eso me fui enfadado. Espero que podamos ser amigos.
--me gustaría.
Ella se ruboriza, no le gusta recordar ese día pero sí le gusta que el hermano de Luis sea amable con ella. Carlos está segura que Emilia ya se ha puesta cachonda por él y lo celebra. Por dentro se está burlando de ella.

Por la tarde, Carlos y Juan toman algo en un bar y Carlos le cuenta sus planes. Juan no entiende qué daño puede hacerle a Luis que Carlos se burle de Emilia pero no le dice nada. Lo ve tan lleno de rabia que no quiere tenerlo de enemigo.
--¿y ella no es que estaba tan enamorada de tu hermano?
--Yo te lo juro… te juro que se me va a abrir de piernas.
--Pero hacerlo con una gorda. No sé. Es repugnante. Yo ni aunque me pagara una fortuna –dice Juan con cara de asco.
--sí, eso será difícil pero le pondré una almohada en la cara. Total por allá todas las mujeres son iguales. Solo tengo que ver el agujero.
--y no te da asco hacer con una montaña de grasa, ¡¡es repugnante, por muy virgen que sea¡¡ ¿qué quieres lograr?
--Luis no quiere quedar mal con la gente pues ahora se va a enterar –dice con odio.

Al día siguiente, Carlos se reune con el detective. Le da rabia que no haya encontrado aún fotos comprometidas con la prostituta.
--¡es una puta¡ ¡¡soborne a un cliente que se deje hacer fotos¡
El detective le dice que lo hará. Le entrega otro sobre. Allá ve a su padre teniendo sexo con Adriana y besándose con Elisa. No sabe la relación que une a esas dos mujeres y le sorprende que Adriana se haya acostado también con su padre. Eso lo llena aún más de odio. Quiere saber más. Pide que siga investigando.

A media día, Emilia y Carlos están juntos saliendo del trabajo. Ella se muestra muy nerviosa. Él está muy amable. Emilia ha ido esa mañana a donar sangre.
--yo una vez también doné sangre –Carlos.
--con una vez no basta. Yo doy 3 veces al año.
--eres adorable –dice él guiñándole el ojo.
Emilia suspira pero no le dice nada, Carlos se muestra coqueto en todo momento y ella está muy nerviosa porque nunca un chico fue así con ella. Ella se iba a ir pero Carlos le agarra la mano:
--es hora de hablar de nosotros.
Emilia no sabe qué hacer y él la besa con pasión. Es un beso al que ella no responde. No siente nada. Se aparta de él.
--Lo siento, estoy enamorada de otro hombre.
Emilia se va corriendo. Se le cae la carpeta que lleva en la mano. Carlos sabe que lo ha rechazado por su hermano y eso lo llena de odio.

Carlos, una vez más, se desahoga con Juan.
--¡Esta gorda que se ha creído¡ ¡¡Espero que nadie conocido me haya visto porqué no sabes el asco que voy a pasar al tener que hacerle el amor a la gorda asquerosa esa¡¡¡ ¡¡no sé cómo se puede creer que alguien como yo le guste una ballena inmunda¡¡
--Sí yo la odio a la gorda. Cómo se le caían las bragas cada vez que veía a tu hermano.
--¡¡ahora sí. Ahora ella también me ha rechazado y eso no se lo perdono a nadie y menos a una gorda mugrosa¡¡
--¿¿y qué le harás?¿te mostrarás como el novio cariñoso ante todos tus compañeros de trabajo?
--¡¡claro que no, me daría horror que mis compañeros pensaran que voy detrás de esa gorda.
--¿y entonces?
--se le cayeron unos papeles y esa gorda será mía aunque me la tenga que tomar a la fuerza.
--Me das miedo... una violación no. Eso no.
--¡¡Yo pensé que sería una cualquiera como la hermana pero esa gorda... en el fondo le haré un favor¡¡
--¿y si está enamorada de tu hermano en serio?
--¡¡no, esa gorda no. Ella no va a preferir también a mi hermano¡¡ella no –dice con rabia y odio a ella no se lo voy a permitir¡
Juan está asustado pero no sabe qué hacer.

Mientras Elisa está mirando la foto de su esposo pero no deja de pensar en el beso de Carlos. Se siente muy culpable pero le gusta. Le gusta ese hombre.
--No tiene nada malo. ¡¡soy libre y tengo que vivir¡
Mira la foto de su esposo y la besa:
--tú has sido el único hombre en mi vida, lo sabes y jamás pensé que podría vivir sin ti. Jamás pensé que me fijaría en otro hombre tan pronto pero seguro que eres tú el que has hecho este milagro. No sé qué pase en mi vida, si pase alguna cosa con Carlos pero siempre te recordaré como el gran amor de mi vida.
La mujer guarda esa foto en un cajón. Busca en su armario y cambia la ropa negra que lleva puesta por otra de colores claros. Luego se mira en el espejo y comienza a cepillarse el pelo que hasta entonces tenía recogido:
--se acabó el dolor. Tengo que volver a vivir. Tengo que volver a ser feliz.

Esa misma tarde, Emilia está sola en casa. Llaman al timbre. Es Carlos. Ella se pone nerviosa. Al verlo delante de ella no puede evitar pensar que ha sido el primer hombre en besarla, pensar en Luis que ha sido el primer hombre en ver desnudo. Una vez pensó que podría tener algo con Carlos, piensa que Carlos es alguien bueno que ve algo más allá que el físico en las mujeres pero ama a Luis y por eso no quiere tener nada con su hermano. Le iba a cerrar la puerta pero él no lo permite.

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